Según se recoge de «La Historia de la Nava» de D. Federico Carbonero, la ermita de la Concepción, fue construida entre los años 1556 y 1591. El primer nombre que empezó a darse tanto a la ermita como a la Virgen fue de «Nuestra Señora de Pico Zarcero». Tampoco la ermita fue desde un principio tal como hoy la conocemos, era una ermita pequeña y sin adosamiento de otras dependencias. En el año 1692 se le unió el camarín, construido a expensas de D. Tomás Solórzano.
En 1732 tal era el estado de deterioro que el Ayuntamiento acuerda «que en las vendimias próximas se pidan limosnas de mosto, y sobre dicho importe se pondría lo necesario por la corporación». Como era de esperar, el pueblo respondió a tal llamamiento sobradamente, por lo que se acordó hacer la Hospedería, esta obra costó 20.000 reales en el año 1733.
El patrono de La Nava era S. Roque (16 de Agosto), pero La Nava siempre mostró especial predilección por La Virgen de la Concepción, a la que adjudica el título de Patrona antes de que el Ayuntamiento así lo manifestara y lo votara como tal.
Así se deduce de una moción que a principios de Noviembre del año 1745 hace al Ayuntamiento el Alcalde D. Francisco Sánchez Cosío. Manifestó éste:
«que ante el pueblo se creía y tenía por Patrona a la milagrosa imagen de la Concepción sin que hasta ahora, se haya verificado el tenerla por tal, ni haber hecho función alguna en el día de su festividad, a cuya función era legítima acreedora; y que esta villa se hallaba precisada, por los especiales beneficios que experimenta, de tenerla por Patrona;»
A lo que gustosos acceden todos los concejales, acordando hacer voto para que de allí en adelante, en cada un año y perpetuamente, a expensas de los caudales de propios y rentas de la villa, en el día del Infalible Misterio de la Purísima Concepción 8 de Diciembre, se la haga una función solemne, bajándola al efecto dos días antes y por la tarde.
Gran concurrencia del vecindario acudió la tarde del día 6 de Diciembre a la ermita para acompañar en su primera venida a Nuestra Señora, mas una lluvia torrencial hizo que la procesión se retrasara hasta ya bien entrada la noche, que como se presentase grandemente obscura, el Alcalde D. Francisco Sánchez Cosío, hizo dar un bando para que se iluminen las fachadas de las casas de la carrera y se pongan hogueras a las inmediaciones de la salida del pueblo; y como la noche quedase en calma, gustó tanto el efecto de las luces, que a los dos días siguientes, que hubo que subirla, se hacen grandes hogueras enfrente de las puertas de todos los vecinos de la carrera y con hachas de viento o pegotes empiezan a acompañar a la Virgen, cuya preciosa costumbre, aun después de doscientos cincuenta y tres años, se conserva con placer y es objeto de gran entusiasmo por el pueblo.
Continuando La Nava en manifestar tan sentido afecto a su Patrona, el día 2 de Diciembre de 1749 acuerda el Ayuntamiento
«afirmar y defender en todas las ocasiones, por escrito y de palabra, en público y en secreto, y de todos modos, que María Santísima fue concebida sin mancha del pecado original en el primer instante de su ser natural; y que todos los individuos que en adelante fuesen de este Ayuntamiento, antes de ser recibidos en el uso de sus respectivos oficios, y al tiempo de hacer el juramento acostumbrado que para ello se requiere por derecho, lo hayan de hacer también de defender este misterio en la forma referida.»
Tomado el acuerdo, quiso el Ayuntamiento solemnizar tal voto haciéndole ante la misma Virgen en el día próximo de la festividad de ésta en aquel 8 de diciembre de 1749 (105 años antes de que el Papa proclamara el Dogma de Fe).
En el año 1841 se acuerda «que desde ese mismo año y para siempre, el último domingo de de cada Mayo, se celebre y conmemore la tutela de Nuestra Señora de la concepción, con regocijo y populares fiestas».
Los «Navarreses» se sienten muy orgullosos de «Su Virgen» y son muy devotos de Ella. Los que tienen la suerte de vivir al pie del «Pico Zarcero» y ver todos los días en el altozano la Ermita, y no menos los que por diversos motivos no pueden vivir allí, que llevan a la Virgen muy dentro de su corazón.
Muchos son los regalos, tanto en alhajas como en mantos, que han dedicado y dedican los vecinos de La Nava a su Patrona. La carroza conocida como «La del Sol» por llevar en su parte trasera un sol radiante, que es la que se utiliza el día de «La Función» se mandó construir en 1861. La carroza llamada «El Carro de la Virgen» utilizado para el transporte de La Virgen de la ermita a la iglesia el día 30 de Noviembre, y el traslado de la iglesia a la ermita el día 8 de Diciembre, fue costeado por D. Eustaquio Pino en 1892.
HIMNO A LA VIRGEN DE LA CONCEPCIÓN
(Texto del P. Martín Descalzo)
Madre de Dios y del Hombre,
Virgen de la Concepción,
Sobre este pueblo que es tuyo
descienda tu bendición.
Madre de Dios y del Hombre,
Virgen de la Concepción,
ten siempre a los navarreses
cerca de tu corazón.
Desde tu ermita vigilas
nuestros campos castellanos,
contemplas a nuestros muertos,
miras sudar nuestras manos,
Virgen de la Concepción.
Crezca en los campos el trigo
y en nuestras almas tu amor.
Guarda la fe de este pueblo,
la fe de nuestros mayores;
sean todos nuestros hijos,
siempre tus hijos mejores,
Virgen de la Concepción.
Crezca en los campos el trigo
y en nuestras almas tu amor.